A lo largo de la historia las mujeres, en sus partos, acudieron a una comadrona (partera) que, gracias a sus conocimientos y su experiencia, podía asistir a la mamá y al bebé. En la mayoría de los casos (como se representa en las imágenes) había, además, una o varias mujeres que ofrecían su apoyo a la parturienta; una madre, abuela o amiga, capaces de contenerla afectiva y emocionalmente. Eran mujeres cercanas, que incluso después del parto se ocupaban de las cuestiones domésticas, para que la mamá pudiera recuperarse y atender a su bebé.
La vida moderna y sus exigencias hicieron que las familias extensas dejaran de convivir. De ese modo las mujeres perdimos el entorno femenino facilitador del parto y la crianza y fuimos introducidas en el territorio de la medicina y la tecnología. Las familias, cada vez más pequeñas, dejaron de cumplir esta función y personas "especializadas" se ocuparon de estas cuestiones de antigua tradición íntima y femenina.
En la actualidad la doula aparece como un modo de recuperar esta figura femenina que, habiendo vivenciado las vicisitudes emocionales del parto, nacimiento y crianza intenta, con su aporte amoroso, "proteger" la memoria de la mujer sobre la experiencia de su parto.
Las doulas pueden desempeñarse en hospitales, casas de partos, sanatorios y en los domicilios. Se ha demostrado que el soporte emocional continuo y la confianza durante el proceso de parto mejoran y facilitan todas las fases de la maternidad. Diversos estudios científicos realizados en países donde existen las doulas arrojaron los siguientes resultados:
La presencia de doulas en los partos contribuyó a (*):
- 50% reducción en cesáreas
- 25% parto más corto
- 60% menos peticiones de epidural
- 40% menos uso de oxitocina sintética
- 30% menos uso de analgésicos
- 40% menos uso de fórceps
- Mejora el vínculo padres-bebé
- Menos problemas con la lactancia
- Menor incidencia de depresión posparto
Además, las mujeres acompañadas por doulas tienden a tener un mejor recuerdo de sus partos y aumentan los sentimientos de logro y autovaloración, lo cual contribuye a un mejor vínculo mamá-bebé.
(*) Kennel, Klaus y Kennel (1993)
Consultar www.doulasdeargentina.com.ar
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