Es así como ella ha devenido el lugar adonde va el alumno a educarse en la práctica de valores universales, en el manejo de abstractos culturales, en la deificación del saber, en la absolutización de su persona, en la teorización inocua, etc.
Como producto de ello, nuestros alumnos alcanzan su superación sintiéndose superiores porque aprenden las reglas de tránsito en donde no hay vehículos motorizados, conocen historias de príncipes y princesas en castillos misteriosos, entonan cantos a objetos desconocidos, aprenden a leer en libros con palabras extrañas que tienen que memorizar sin comprender, hacen adivinanzas referidas a objetos de los cuales tal vez nunca tendrán una experiencia directa.
Es que ella,
Como tal, ella es un producto de una antigua concepción preciosista de la educación, nacida en los albores de la Época Colonial de nuestro país, a partir de la cual se inició la imposición de modelos extraños, pero concebidos como superiores, en nuestro quehacer educacional nacional.
Traída por la cultura dominante y generalizada vía mecanismos político - administrativos, ha tenido en las ciudades amazónicas los focos de irradiación más eficaces, tanto que hoy es ésta la concepción que predomina en la praxis pedagógica de
Su rigidez funcional, su carácter depredatorio de las culturas regionales, su indiferencia frente a la riqueza ecológica y problemas socio-culturales de la comunidad, son las características más evidentes de esta Escuela Esmeralda. Pero, además, ella viene actuando como el terminal de un inmenso, pero invisible, ducto a través del cual las ciudades selváticas succionan la riqueza del campo, induciendo en los niños y jóvenes ribereños pseudo expectativas de modernidad que terminan trocándose en crudas realidades en los asentamientos urbano - marginales, que no son sino los escenarios en donde el migrante rural pierde su identidad para asumir un mundo cultural con valores distintos y contradictorios.
Con ello, el despoblamiento del campo, la disminución de la producción, el hacinamiento, la promiscuidad, los problemas psico-sociales, etc.
Si bien es cierto que no podemos, y no debemos, culpar exclusivamente a
¿Cómo aceptar en
¿Una escuela que ignora los problemas de salud, de alimentación, de organización, etc. de su comunidad?. ¿Una escuela que no contribuye a elevar los niveles de conciencia de los problemas que afectan a los pobladores?, ¿ que restringe su acción a sólo las necesidades cognoscitivas de sus alumnos?
No. En
GABEL SOTIL
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