viernes, 4 de abril de 2008

Sobre las emociones.Susana Bloch

Alejandro Abufom: Susana, ¿qué es una emoción?

Susana Bloch: Desde el punto de vista científico, la emoción es un estado funcional de todo el organismo que pone en acción -a la vez- tres sistemas: uno fisiológico (cambios neuroquímicos, neurohumorales, neurovegetativos, etc), otro de cambios de la musculatura estriada, que regula los aspectos expresivos (posturales, gestuales y faciales) y otro que implica las manifestaciones subjetivas, la "vivencia" emocional. La emoción siempre tiene estos tres componentes. La emoción es algo que "está en el medio", entre lo mental y lo físico. Se podría decir que la emoción es el encuentro entre lo físico y lo mental. Cuando uno dice, estoy con problemas, me duele la cabeza, tengo pena, esto siempre tiene una manifestación física. No se puede, por lo tanto, hacer divisiones entre lo mental y lo físico. El organismo es uno solo. En resumen, una emoción o un estado emocional se manifiesta en tres niveles paralelos e interconectados: un nivel expresivo (facial y postural), un nivel fisiológico (orgánico) y un nivel subjetivo (mental).
Por otra parte, yo no distingo entre emoción y estado de ánimo. Un estado de ánimo es una emoción mantenida en el tiempo.

Voy a simplificar el proceso en dos partes: tenemos una serie de fenómenos fisiológicos y un darse cuenta de esto, ¿qué está primero, la vivencia subjetiva de la emoción o el funcionamiento orgánico interno?


Esta es una vieja pregunta que William James, el filósofo norteamericano ya planteó en siglo 19: ¿Corro porque tengo miedo o tengo miedo porque corro? Según nuestras investigaciones con el método Alba Emoting (ver recuadros aparte) lo más probable es que la respuesta orgánica se de primero. Por ejemplo, si en este momento se abre la puerta de esta casa y entra un oso, sería muy poco adaptativo y de supervivencia que yo me dé vuelta y diga: "Oh, Dios mío, entró un oso, me tengo que ir". Parece ser, entonces, que el sistema nervioso se las arregla para hacer un escaneo rapidísimo: ¡algo grande viene! y yo arranco. Y después yo saco las conclusiones: "ah, era un oso". Parece ser que hay una zona en nuestro cerebro que funciona a un nivel preconceptual, antes de la razón, con una velocidad impresionante, generando respuestas emocionales adaptativas, como el arrancar frente a un objeto desconocido que se abalanza sobre mí.

A través de sus estudios usted ha definido a seis como las emociones básicas, universales y aculturales: alegría, pena, rabia, miedo, erotismo y ternura. ¿Cómo se llega esto?

Estas emociones básicas están en la base del comportamiento y la vida humanas. Aparecen muy temprano en el desarrollo ontogénico del ser vivo. Aunque posiblemente tengan elementos aprendidos, aparecen muy temprano y son comunes a la especie. Tomando como base estas seis emociones uno puede construir todo el mundo emocional de una persona, al igual que a partir de los colores primarios del arcoiris se puede formar todo el espectro cromático. Lo mismo sucede con las emociones. Por ejemplo, las expresiones de enojo, de miedo, de ternura son universales, tiene un esencial rol adaptativo relacionado con la sobrevivencia, tanto del individuo como de su especie. El miedo, que generalmente se plantea como una emoción negativa, no lo es. ¿Cómo percibiríamos el peligro si no lo tuviéramos? Lo que pasa es que el miedo se torna negativo cuando se desvincula de la situación real de peligro, transformándose en un estado crónico de angustia.

A partir de estas emociones básicas comenzamos a diferenciar las llamadas emociones "mixtas", que ya son estados aprendidos y construidos por el ser humano. Por ejemplo, el rencor (que los niños pequeños no sienten), se podría descomponer en un mezcla de rabia y miedo. Emociones mixtas son también, el disgusto, la admiración, la ambición, el desconcierto, por nombrar algunas dentro de un arco emocional casi inagotable. También podemos distinguir algunas emociones mixtas superiores, aquellas que se alcanzan en grados más avanzados de desarrollo: la reverencia, el respeto, la religiosidad, la compasión.

Sus investigaciones dan cuenta de que cada emoción tiene asociada una cierta postura corporal, una cierto rasgo facial y un ritmo respiratorio particular. ¿Podría explicar esto?

Nosotros descubrimos, a lo largo de muchas observaciones y mediciones fisiológicas en el laboratorio que cada emoción básica tenía asociados lo que llamamos "patrones efectores emocionales": una precisa forma de respirar, una postura corporal típica y una expresión facial característica.

Experimentamos durante años en sujetos, especialmente con actores, y concluimos que era posible asociar las seis emociones básicas con patrones específicos. De esta manera, la risa, la rabia o la pena, por ejemplo, tienen asociados de manera muy precisa, un ritmo respiratorio, una postura corporal y una expresión facial particulares que son comunes para todos los individuos de la especie, en un sentido darwiniano. Lo sorprendente de nuestra investigación es que se puede invertir el proceso: reproduciendo intencionalmente los "patrones efectores" correspondientes, es posible evocar y vivenciar una emoción determinada. He descrito con bastante detalle estos tres patrones efectores en mi libro El Alba de la Emociones publicado hace poco (ver recuadro y bibliografía adjunta , N. d. E).

¿Podría definir el sistema Alba Emoting y la manera como funciona?

Es un método científico que permite expresar y modular a voluntad las emociones básicas. Alba Emoting parte de un proceso físico directo y preciso, que consiste en la activación voluntaria de ciertos ritmos respiratorios y luego de ciertos músculos del cuerpo y de la cara, más ciertas actitudes corporales, todas ellos relacionados con una emoción básica dada. Cuando estos elementos físico corporales se ponen intencionadamente en acción, empieza a surgir en la persona que los está produciendo el estado emocional que está orgánicamente vinculado con ese tipo particular de configuración física. La persona puede en ese momento sentir interiormente esa emoción, por ejemplo, sentirse enojada o triste o alegre, pero al mismo tiempo que está provocando ese estado mediante un ejercicio externo preciso, perfectamente controlado, la persona tiene la posibilidad de modular, regular o terminar este ejercicio y por lo tanto dejar de sentir esa emoción. Aunque le aparezcan recuerdos o imágenes de su propia vida, puede lograr el control sobre ellos; puede parar el proceso, dejando de hacer la respiración específica y haciendo luego el ejercicio que hemos llamado "step-out" (salir de la emoción) que lo deja en una posición emocional neutra.

La respiración parece ser un aspecto central en este método de manejo a voluntad de las emociones...

Nuestras primeras investigaciones con pacientes en estados agudos de angustia y las experiencias posteriores de personas bajo hipnosis, nos permitieron determinar que existe un vínculo particular entre un modo particular de respirar y el contenido subjetivo de un recuerdo o vivencia emocional. Todos experimentamos una sensación de alivio cuando respiramos regular y profundamente, en medio de un estado de nerviosismo, por ejemplo. De todos los cambios fisiológicos que ocurren durante un estado emocional, la respiración aparece como el más importante, ya que "arrastra", por así decir, muchos otros cambios fisiológicos, tanto internos como externos. El famoso poeta y escritor francés Antonin Artaud escribe en su ensayo El teatro y su doble: "La respiración acompaña al sentimiento, y se puede penetrar en el sentimiento por la respiración, siempre y cuando hayamos logrado discriminar entre las respiraciones, cuál corresponda a cuál sentimiento". Alba Emoting y el descubrimiento de los patrones efectores emocionales constituyen una prueba científica y práctica de esta genial observación.

Yo pienso que el aprendizaje es fundamentalmente transmisión de emociones...

Estoy totalmente de acuerdo. Humberto Maturana ha escrito bastante sobre esto; la comunicación es en gran parte, transmisión de emociones. Yo creo que la emotividad siempre está primero. (El primer contacto con una persona, siempre es emocional y marcará toda la relación futura: si me cae bien o mal, si simpatizo con el, la primera "impresión" es vital). Un profesor será un buen educador en la medida que se maneje bien en su mundo emocional. En este sentido el método Alba Emoting tiene mucho que aportar al mundo educativo, en el sentido de re-educar la conciencia y la expresión de las emociones y vincularlas con nuevas formas de aprendizaje. Y no se trata de decirle a los educadores que enseñen de manera amorosa, por ejemplo. Esto es solo a nivel mental. En este caso, el educador debiera entrenarse en aprender, por ejemplo, el patrón de la ternura, aprender a respirar la ternura, a adoptar la postura de la ternura y cambiar efectivamente su estado interno. Solo así transmitirá y enseñará con ternura. También creo que en el caso de la violencia escolar podemos entrenar alumnos y educadores para lograr un mayor manejo de las emociones, aprender a reconocer y manejar la rabia, aprender a respirar de otra manera, aprender a estar relajados...

Hoy es bastante común escuchar a las personas decir: "No sé lo que me pasa". De hecho las personas acuden a talleres, terapias o a ayuda religiosa para saber que sucede en su "interior". ¿Podríamos decir que estamos ante una nueva enfermedad moderna, caracterizada por la falta de contacto con las emociones? ¿Hay evidencia histórica de que haya sido diferente en otras épocas?

Es difícil contestar respecto de la evidencia histórica, lo que si es probable es que exista una "tipología" de los pueblos que marcan diferencias en el contacto y expresividad con las emociones. Por ejemplo, los andaluces en España, son muy expresivos, los brasileros también, ellos expresan sus emociones. Los chilenos somos pura "cabeza", somos muy mentales, poco expresivos, vivimos fuera del cuerpo. Por eso es que el método Alba Emoting ha dado tan buenos resultados acá. Es importante, en todo caso, destacar que todas las personas sienten las mismas emociones básicas. La diferencia está en las expresión y el reconocimiento de estas emociones, en la lucidez que se puede lograr sobre ellas. Los chilenos sentimos igual que todos, pero nos controlamos, algo que aprendemos -por lo general- desde muy pequeños. Lamentablemente en nuestro mundo actual nos hemos perdido en psicologismos, en demasiada conceptualización, nos hemos enredado en lo intelectual y cognitivo del lenguaje y hemos perdido contacto con las emociones básicas. En este sentido, Alba Emoting trata de devolver al ser humano sus emociones primarias en su aspecto mas esencial y adaptativo, al mismo tiempo que propone un instrumento físico concreto y simple que permite regularlas lúcidamente.

¿Las mujeres están más conectadas que los hombre con sus emociones?

La mujer, biológicamente, está más conectada a su cuerpo, con lo terreno: todos los meses tiene menstruación, (¡una revolución hormonal!) puede parir y amamantar hijos, etc. Un hombre, sin embargo, si está sano puede no percibir su cuerpo durante mucho tiempo. También, la condición femenina hace mirar la vida desde otra perspectiva. La mujer obedece a una lógica más sistémica. Nosotras miramos al mundo como sistema y como tal, nos integramos a el. Por ejemplo, una mujer puede estar escribiendo, pero a la hora de alimentar a su cría, va a la cocina y prepara la comida. El hombre vive más en el mundo de las ideas y de las abstracciones. Por otra parte, hombres y mujeres, si bien sienten las mismas emociones básicas, culturalmente han aprendido a expresarlas de manera distinta. Las mujeres, por ejemplo, tienen dificultades para expresar la rabia y la derivan hacia la pena. Los hombres, en cambio, tienen dificultades para contactarse con la pena. La diferencia que es más notoria y que la hemos estudiado bastante, es con la emoción erótica. No quiero hablar de un patrón erótico masculino y otro femenino, sino más bien de un patrón más activo y otro más receptivo…

Para investigar más, pueden ver la pagina web: www.albaemoting.cl y los siguientes libros:
- "Biología del Emocionar y Alba Emoting, Bailando juntos", Susana Bloch y Humberto Maturana, Santiago, Dolmen Ediciones, 1996.
-"Learning Alba Emoting", Rix Roxane, Theatre Topics, 1998.
- "Alba Emoting : un método psicofisiológico de inducción emocional", Susana Bloch, en "COMPLEXUS" (María Teresa Pozzoli, editora), Psicología, ciencias de la salud y cambio cultural, desde el paradigma de la complejidad; Santiago, Editorial LOM, 2001.
- "Al Alba de Las Emociones", Susana Bloch, Editorial Grijalbo, 2002.
- "Alba Emoting : Bases científicas del emocionar", Susana Bloch, Editorial Universidad de Santiago, 2003.

No hay comentarios: