miércoles, 9 de abril de 2008

Daniel Goleman ya está entre nosotros

Daniel Goleman, psicologo norteamericano , creador del concepto de inteligencia emocional opina :
¿Qué es lo que usted cree, pero no puede probar?

Daniel Goleman afirma: Creo, pero no puede probar, que los niños de hoy son víctimas involuntarias del progreso económico y tecnológico. La tecnología avanzada, en calidad y cantidad, ofrece a todos nosotros vivir mejor de muchas maneras. Con todo, esta realidad, parecen haber tenido algunos resultados desastrosos en cómo han estado transformando la niñez. Incluso mientras que las pruebas de cocientes intelectuales de los niños están en un constante crecimiento durante el siglo pasado, las tres décadas pasadas han indicado una baja importante en las habilidades sociales de los niños y emocionales más básicas. Los datos más precisos, vienen de una muestra nacional al azar de más de 3.000 niños/as americanos/as de siete años a dieciséis años clasificados por sus padres y profesores, los adultos que les conocen bien. La primera se realizó en los años 70, luego se realizó quince años más tarde, a mediados de los años ochenta, y otra vez en los últimos años 90, los resultados demostraron una declinación importante. La caída más empinada ocurrió entre las primeras y segundas cohortes: Los niños americanos eran más aislados, infelices, ansiosos y presionados, impulsivos e incapaces de concentrarse. Entre los años 70 tempranos y mediados de los años ochenta, hicieron peor 42 indicadores, no mejoraron en ningún ítem. En los últimos años 90, los resultados no mejoraron, pero eran incomparables al primer redondeo, en los 70 Ésos, son los datos, creo, pero no puedo probar, es que esta declinación es debida en gran parte a las fuerzas económicas y tecnológicas. El paso adelante hacia la competencia global significa que sobre las dos décadas pasadas o tan solo en cada generación de padres han tenido que trabajar más para mantener el mismo Standard de vida que sus propios padres tenían, virtualmente cada familia tiene dos padres de trabajo todo el día hoy, mientras que hace 50 años la norma era solamente que el trabajo del hombre alcanzaba.. No es diferente en calidad el amor de hoy de los padres a sus niños, pero tienen menos tiempo libre para pasar con ellos. La movilidad laboral en aumento significa que pocos niños viven en la misma vecindad que sus familias extendidas, sus vecinos, son sustitutos de parientes cercanos. El cuidado del día puede ser excelente, particularmente para los niños de familias privilegiadas, pero significa demasiado a menudo estar con-viviendo mucho menos con sus padres. Para la clase media, la niñez se ha organizado excesivamente, un horario apretado de la danza o las lecciones del piano y los juegos del fútbol. Esto ha erosionado el tiempo libre en el cual los niños pueden jugar juntos, eligiendo, teniendo opciones de su propia decisión y preferencia. Cuando hablo de aprender habilidades sociales y emocionales, sospecho que la baja del tiempo libre con la familia, los parientes y otros niños traduce a una pérdida de las mismas actividades que han permitido tradicionalmente la transmisión natural de estas habilidades. Los niños de hoy pasan más tiempo que siempre en la historia de la humanidad, solos, mirando fijamente un monitor video, sin contacto inter-personal Sabemos que el trazado de circuito de los nervios prefrontal-limbicos es de crucial importancia para las capacidades sociales y emocionales, es la parte pesada del cerebro humano hasta llegar a tener un desarrollo anatómico maduro, no acabando esta tarea de desarrollo hasta los 20 años aproximadamente. Durante ese lapso, las capacidades de la vida de los niños se convierten en sistemas mientras, que las neuronas vienen en línea y se interconectan para mejor o para peor. Las experiencias vitales de un niño determinan cómo se hacen esas conexiones. Una estrategia para ayudar a que cada niño logre su social derecho al desarrollo emocional es que la escuela ofrezca experiencias vitales significativas de alteridad y con-.vivencia.

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